12 ediciones del Vive Latino
En 1998, OCESA, empresa líder de entretenimiento en Latinoamérica, tuvo la idea de reunir a varios grupos de rock en español que por sí mismos no tenían suficiente convocatoria, pero que juntos podríanconformar un cartel atractivo.
Ese esfuerzo y su posterior planeación cristalizaron en el primer Festival Iberoamericano de Cultura Musical Vive Latino, que tuvo lugar en noviembre de 1998. A lo largo de un fin de semana, 27 bandas de rock en español comenzaron a escribir el principio de esta historia: Ángeles del Infierno, Illia Kuryaki, La Barranca, Kenny y los Eléctricos, Juan Perro y Aterciopelados, entre otros, lograron que artísticamente esa primera edición fuera todo un éxito: los involucrados en el mundo del rock en español se convencieron de que esta fiesta debía continuar y organizarse anualmente.
Aunque luego de ese primer ejercicio los organizadores pensaron en hacer una pausa y analizar cuidadosamente la siguiente edición del Vive, las bandas, los medios y el público insistieron en su continuidad. De esta forma, el staff de OCESA decidió reactivarlo en 2000. Por eso, un fin de semana de noviembre del naciente siglo, la explosión del festival no sólo sacudió al Foro Sol y sus alrededores, sino que los ecos de este movimiento telúrico generaron conmoción en la escena del rock en español. El formato que le dio vida no cambió, aunque en esta ocasión, al lado de los exponentes latinoamericanos aparecieron grupos anglosajones como Fishbone oThe Wailers, ya fuera porque contaban con algún nexo con lo latino, por sus peculiaridades sonoras o porque en sus filas había músicos con dicha ascendencia, como fue el caso de Tito & Tarántula.
Desde su primera edición, el Vive Latino se celebra en el Foro Sol con sus ya tradicionales escenarios azul, rojo y verde. Durante todos estos años, una de las ideas de los organizadores era que el festival abriera los sentidos de los espectadores, que la música fuera el vehículo que, después, les permitiera transitar por otras expresiones artísticas como el performance o el teatro. Siendo un festival mundano y de aires netamente callejeros, el Vive Latino hizo delTianguis Cultural del Chopo uno de sus principales aliados. Por eso, los días que tiene lugar el festival son los únicos en los cuales una parte del Chopo sale de sus instalaciones de la calle de Aldama para encontrar cobijo en el Foro Sol.
De 2001 a 2005 el festival se realizó únicamente durante un día, con excepción de 2002 cuando no se llevó a cabo. Durante estos años, el número de grupos se mantuvo en un promedio de 25, siempre con la idea de estar abiertos a todo tipo de manifestación rockera. En cada una de sus ediciones la asistencia se incrementó y desfilaron bandas y solistas como Café Tacuva, Cartel de Santa, Kinky, Molotov, Babasónicos, Haragán y Cía., Los Amantes de Lola, Bersuit, Antidoping, Catupecu Machu, Julieta Venegas, Ely Guerra, Jaime López y su Odio Funky y Botellita de Jerez. Como representantes anglosajones, pero siempre con un nexo con lo latino, estuvieron Save Ferris (2001), The Mars Volta (2004), Desmond Decker, Skatalites (2005) y Brujería (2006). En 2001 y 2003, a los tres escenarios mencionados se agregó la Carpa Electrónica. A partir de 2006 se regresó a la fórmula original de dos días y se alcanzó la cifra récord de 125 mil asistentes –misma que en 2007 se mantuvo, simplemente porque ese es el cupo máximo del foro Sol— que escucharon desde surf y ska, hasta hip hop, electrónica y rock urbano. En 2008, el festival dio otra muestra de su nivel de convocatoria e innovación, pues su cartel ofreció a grupos noveles que están revitalizando la escena en México y el extranjero.
La décima edición, la de 2009, cristalizó el sueño inicial de construir un festival incluyente, con todos los argumentos logísticos y de contenido para convertirse en un referente inmediato en materia de rock en español. Además de su espectacular cartel, el aniversario que celebró una década de sonidos latinos contó con la incorporación de la Carpa Intolerante, espacio delenguajes alternativos (jazz, funk, progresivo, electrónica, instrumental, etc.), que en 2010 se repitió con éxito en términos de asistencia y selección de artistas. Justamente, el cumpleaños número 11 de este animal vivo llamado Vive Latino sucedió en abril de 2010. La presencia de un público muy joven y la cantidad y calidad de grupos resultaron en una fiesta que no decepcionó a una colectividad que celebra lo latino en su estado más puro: un festival de rock.
Antes del Festival Iberoamericano de Cultura Musical Vive Latino la historia del rock en México registraba la realización de festivales diversos, pero ninguno de ellos logró continuidad. La necesidad de contar con un evento consolidado en la ciudad más grande del mundo era una demanda a voces, pero había que darle credibilidad, convencer a los escépticos de que lo más importante no es la taquilla, sino el cartel. Había que sostener calidad, producción, logística, atención a medios y aguantar un par de años para consolidarlo. Hoy, a punto de estrenar la edición número 12, este festival es conocido no sólo en México, sino en toda Iberoamérica. Se ha convertido, por derecho propio, en el punto de referencia para quienes quieren escuchar en vivo a los exponentes más importantes de las escenas musicales que emergen, y de las que dejaron huella. Así, bienvenidos a los nuevos sonidos y a un 2011 en que muchas sorpresas aleatorias a la música se expondrán para gozo del público que asista al Foro Sol. Hoy, el Vive Latino está más fuerte y vigoroso que nunca.
Este fin de semana ( 8, 9 y 10 de abril del 2011) se llevará acabo la doceava edición de este festival.
Fuente: Vive Latino